El "sabio" Bustamante replica a Mainat
En un artículo publicado en Vertele, Josep Maria Mainat, director de Gestmusic Endemol, criticaba la composición del Comité de “sabios” nombrados para asesorar al Gobierno en temas referidos a TVE. Bajo el título “La inexperiencia de los expertos de TVE”, Josep Maria Mainat decía entre otras cosas: “Quisiera manifestar mi perplejidad ante la composición del llamado Comité de Expertos que ha convocado el Presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero para que, en un plazo de nueve meses, eleve al Gobierno una propuesta de reforma de los medios públicos que deberá contemplar, además, la solución financiera del modelo propuesto, el modo de designación de los directivos y la orientación de la programación.”
El comité está formado por el catedrático de filosofía, Emilio Lledó, el filósofo, Fernando Savater, la catedrática de ética, Victoria Camps, el presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Fernando González Urbaneja y el catedrático de comunicación audiovisual, Enrique Bustamante. Josep Maria Mainat se extraña de la composición de este llamado “comité de sabios” y afirma al respecto: "No entiendo por qué están tan de moda los filósofos. Los filósofos son expertos en filosofía... pero no en televisión.”
En este debate abierto por Vertele sobre el comité de “sabios” o “expertos” de Televisión Española, el Director de Gestmusic Endemol pone en entredicho los conocimientos televisivos de Enrique Bustamante a raíz de un artículo suyo titulado “Cómo acabar con la dictadura de la audiencia” en el que decía: ”es estrictamente necesario sustituir el índice de audiencia por el termómetro de la satisfacción. Las radio-televisiones públicas utilizaban antes paneles de calificaciones sobre preferencias de los ciudadanos... Es necesario resucitar, reinventar, esos indicadores de eficiencia: termómetros de la satisfacción del usuario”.
La respuesta de Mainat a esta teoría fue muy clara: “Me temo que solo podremos medir científicamente el “termómetro de la satisfacción” que solicita el señor Bustamante, el día que inventen unos audímetros neuronales psico-emocionales con unos electrodos conectados directamente al cerebro de los telespectadores. Pero no creo que esta delirante posibilidad le gustase al señor Bustamante a la vista del siguiente párrafo de su artículo: “El audímetro se ha apoderado subrepticiamente de nuestro ocio, de nuestra cultura, de nuestras vidas... La ley de los “share” nos desarticula como opinión pública para reducirnos a simples consumidores”.
¿POR QUÉ SE COMPLICAN TANTO LOS RETÓRICOS DE LA TELEVISIÓN?
Y concluye: “No sé porque se complican tanto la vida los retóricos de la televisión con esto del share, si es la mar de sencillo. El share es un simple porcentaje que mide las preferencias de la gente, es decir, exactamente lo mismo que los resultados electorales. Solo que, en televisión, las elecciones tienen lugar cada día del año. ‘Cuéntame’ tiene más share que su competencia porque es la serie preferida de los telespectadores, del mismo modo que Rodríguez Zapatero es Presidente del Gobierno porque sacó más share que el Mariano Rajoy, sin que nadie del PP haya dicho, por lo menos en público: “¡Hay que acabar con la dictadura de las urnas!”.
Pero el debate no ha hecho más que empezar. En otro articulo de Vertele, se publica la réplica de Enrique Bustamante al artículo del Director General de Gestmusic sobre el futuro de la televisión pública en España, que reproducimos a continuación:
Enrique Bustamante: "La frívola imprudencia del Sr. Mainat"
Vaya por delante que me parece muy bien que pregunten a profesionales del sector sus opiniones sobre la radiotelevisión pública y que leeré atentamente todas las propuestas; más aún porque que creo firmemente que mi misión es, por delante de mis propias ideas, testar las opiniones de todos los agentes sociales e institucionales implicados en este tema trascendental para España y buscar soluciones de amplio consenso. Otra cosa es que, aun contando en su lista anunciada de expertos con buenos amigos, creo que está un tanto escorada y que les convendría compensar con algunos partidarios más del servicio público, y, sobre todo, sin intereses económicos en uno u otro campo; tampoco las preguntas básicas parecen muy neutrales, pero eso pertenece al ámbito de su autonomía editorial y al pluralismo y credibilidad que quieran ustedes imprimir a sus páginas.
Lamento no obstante que la primera respuesta haya sido, como demuestra el texto del Sr. Mainat, tan alejada de esos principios que proclaman, de “opiniones con la debida educación y el respeto a las opiniones de los demás, así como a su “decálogo de buenas maneras”. Y ello por las siguientes razones:
1º.-El Sr. Josep M. Mainat, antes de dar sus opiniones sobre la encuesta (en seis páginas de nueve), descalifica brutalmente al Consejo para la reforma de los medios de titularidad del Estado, nombrado por el Gobierno, y a cada uno de sus miembros, sin esperar a conocer uno solo de sus actos en este tema.
2º.-Con el mismo tono de acusaciones inculpatorias que roza el insulto, con un lenguaje frívolo y una considerable demagogia simplona, Josep M. Mainat parece tener una especial obsesión conmigo, dedicándome casi todos sus comentarios y propuestas en base a mi artículo del suplemento cultural de La Vanguardia, titulado “Cómo acabar con la dictadura de la audiencia”(26-5-2004). Evidencia así desconocer mis cientos de artículos y numerosos libros sobre la Televisión y las Industrias Culturales, publicados desde hace 23 años, entre los cuales se cuentan, como más recientes “La Televisión Económica” (Gedisa.1999), “Las Industrias Culturales en la Era Digital” (coord.. Gedisa 2002) y “Hacia un nuevo sistema de comunicación mundial “ (coord.. Gedisa. 2003). Las opiniones son libres y gratuitas, pero para escribir con autoridad hace falta leer algo, es decir, trabajar un poco. Por mi parte, conozco muy bien por mi dedicación y estudios del sector la historia profesional-financiera del Sr. Mainat, a quien en cambio le habría bastado buscar mi nombre en www.google.com (no el de mi homónimo cantante) para hablar con algún fundamento.
3º.-Resulta especialmente curioso que el Sr. Mainat se dedique a glosar, con lectura parcial e interesada, un artículo mio que, frente a otros muchos anteriores, sólo trataba de la televisión marginalmente y hablaba sobre todo del mundo del libro, del disco, el cine o los museos. Mi objetivo era en efecto mostrar cómo la ley de las máximas audiencias y los máximos beneficios (metafóricamente representados por el audímetro) deben ser compensadas por otros productos y servicios culturales destinados a las múltiples minorías de gusto e intereses que componen la audiencia masiva, para la defensa en suma de la diversidad que exige indicadores más cualitativos. Por ejemplo, a quienes no poseen una gran capacidad adquisitiva y están hoy abandonados, como los niños en la televisión comercial; pero también a los lectores de poesía o de ensayo en el libro, a los aficionados a músicas minoritarias, a los cinéfilos de cine experimental.
En todo caso, este texto breve es coherente con mi trayectoria de años, trabajando y clamando por el conocimiento de la economía y el mercado del audiovisual y la cultura, como base para poder mejorarlos de forma posibilista y realista; pero también con mi permanente defensa de la especificidad de la cultura, con su cara vital para la democracia y la identidad de los pueblos y la necesidad, por tanto, del servicio público más allá de la simple lógica del mercado. Esos principios, esenciales para muchos profesionales del sector, quizás sean despreciables para quienes ven la radiotelevisión y la cultura sólo como una fuente de enriquecimiento o, según el propio ejemplo de su encuestado, como “una churrasquería”. Resulta ridículo asimilar a todo aquel que no guste de Operación Triunfo con el fundamentalismo islámico, como hace su colaborador, pero es verdad que el auténtico peligro para el pluralismo viene hoy de los “talibanes” fundamentalistas del mercado que no pueden tolerar un solo resquicio que se escape al totalitarismo de los grandes grupos privados, ni siquiera en las políticas públicas que tienen como función promover el pluralismo.
Respeto profundamente, en todo caso, las propuestas del Sr. Mainat, y no pienso entrar en absoluto a comentarlas, aunque no comparta para nada su visión neoliberal extremista. En todo caso, es bueno para este país, y para el debate democrático del futuro del servicio público, que cada uno firme sus opiniones y se retrate ante la opinión pública. Sólo puedo desear, en ese sentido, que sus próximos colaboradores eleven un poco el nivel intelectual de la discusión que, con tan mal pie, ha comenzado.
ENRIQUE BUSTAMANTE
(Catedrático de Comunicación Audiovisual y Publicidad en la Universidad Complutense de Madrid)
23 junio 2004, Comunicación | Debates | Televisión | Opiniones (21) | Inicio
La inexperiencia de los expertos de TVE
En un polémico artículo publicado en Vertele, Josep Maria Mainat, Director de Gestmusic Endemol cuestiona al Comité de "expertos" de TVE. En este artículo, que ha abierto un gran debate en el medio televisivo, Mainat escribe: "Quisiera manifestar mi perplejidad ante la composición del llamado "Comité de Expertos" que ha convocado el señor Rodríguez Zapatero para que, en un plazo de nueve meses, eleve al Gobierno una propuesta de reforma de los medios públicos que deberá contemplar, además, la solución financiera del modelo propuesto, el modo de designación de los directivos y la orientación de la programación. Por razones que se me escapan, el comité está formado por el catedrático de filosofía, Emilio Lledó, el filósofo, Fernando Savater, la catedrática de ética, Victoria Camps, el presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Fernando González Urbaneja y el catedrático de comunicación audiovisual, Enrique Bustamante.
Josep Maria Mainat afirma: "No entiendo por qué están tan de moda los filósofos. Los filósofos son expertos en filosofía, pero no en televisión, obviamente. El día de la presentación, entrevistaron en el telediario a Don Emilio Lledó. El señor declaraba maravillado: "Antes, el ojo humano debía estar en el lugar donde sucedían los hechos. Ahora no. Ver lo que pasa en el mundo a través de ese maravilloso instrumento que es el aparato televisivo supone una ventaja enorme de nuestro tiempo". Si el venerable filósofo todavía está estupefacto ante el propio invento de la televisión, setenta años después de producirse, dudo mucho que pueda somatizar toda la problemática de RTVE en unos meses.
El otro filósofo, Fernando Savater, nada más ser nombrado, se destapó con la siguiente declaración casi subversiva: "Lo primero que hay que preguntarse es si realmente tiene que haber una televisión pública, porque eso es una cosa muy cara". Savater tiene razón: Éste es el primer dilema que deben desentrañar los filósofos porque: Si no hace falta una televisión pública ¿para qué van a andar reuniéndose nueve meses?
Después está la señora Victoria Camps que, en su etapa de senadora, presidió la Comisión de Contenidos Televisivos. Estos últimos tres años, en la misma línea de control y vigilancia, es miembro del Consell Audiovisual de Catalunya. Dado que su relación con la televisión ha consistido siempre en fiscalizar la labor de los demás, no creo que le vaya a servir de mucho esta experiencia ahora que por fin se le encomienda una misión creativa propia.
Curiosamente, forma parte del comité de expertos en televisión un perfecto intruso como es el presidente de la Asociación de la Prensa. Es fácil imaginar la escandalera que montaría el gremio de periodistas, si el señor Rodríguez Zapatero se pusiera a redactar una nueva Ley de Prensa y le pidiera ayuda al presidente de la Academia de Televisión.
Sin embargo, hay algo que une al señor González Urbaneja con otros miembros del comité y es ese afán vocacional por luchar para que los contenidos de los medios de comunicación sean debidamente controlados. En este sentido está intentando instaurar en la Asociación de Prensa un Consejo Deontológico que se dedicará a juzgar el trabajo de los demás periodistas y a advertirlos o sancionarlos, si se considera conveniente. La idea no ha caído lo que se podría decir… del todo bien. No conozco el tema a fondo, pero destaco algunas reacciones en contra bastante rotundas:
- Pedrojota Ramírez: "El Consejo Deontológico es una vuelta a la autocensura"
- Luís María Ansón: “El Consejo Deontológico es en sí mismo un atentado a la libertad de expresión".
- Pedro G. Cuartango, jefe de Opinión de El Mundo: “Este Consejo Deontológico tiene un tufo que recuerda a los viejos tiempos del franquismo”
- Pilar Cernuda: “Me parece un horror”
- Julián Lago: “Esto es la Inquisición”
Supongo que el señor González Urbaneja, a pesar de tener el gallinero algo alborotado, intentará trasladar al mundo audiovisual sus ansias por crear algún consejo que controle los contenidos televisivos e imagino que su propuesta prosperará porque, en este tipo de comités, esas cosas suelen gustar mucho.
EL QUINTO ELEMENTO
Tras cuatro expertos con tan poca experiencia televisiva, cabía la posibilidad de que el quinto, en su condición de catedrático de comunicación audiovisual, aportara alguna sensata opinión sobre el medio televisivo, pero un artículo suyo publicado recientemente en La Vanguardia y titulado: “Cómo acabar con la dictadura de la audiencia" ha frustrado todo atisbo de esperanza. En su artículo, entre otras curiosas teorías, el señor Enrique Bustamante afirma que es estrictamente necesario sustituir el índice de audiencia por el “termómetro de la satisfacción”: “Las radio-televisiones públicas utilizaban antes paneles de calificaciones sobre preferencias de los ciudadanos... Es necesario resucitar, reinventar, esos indicadores de eficiencia: termómetros de la satisfacción del usuario”.
¡Qué tiempos aquellos de la televisión en blanco y negro! Yo también tengo mis años y recuerdo perfectamente que en esos paneles de preferencias, que ahora quiere resucitar el señor Bustamante, la gente contestaba impertérrita, semana tras semana, que sus programas preferidos eran “Informe Semanal” y uno de divulgación médica que se llamaba ‘Más Vale Prevenir’. Pero cuando se instalaron los primeros audímetros se vio que el programa que más les gustaba, con mucha diferencia, era ‘El Precio Justo’. Y es que los encuestados siempre intentan quedar bien delante del encuestador. Es humano.
Me temo que solo podremos medir científicamente el “termómetro de la satisfacción” que solicita el señor Bustamante, el día que inventen unos audímetros neuronales psico-emocionales con unos electrodos conectados directamente al cerebro de los telespectadores que midan la satisfacción en tiempo real. Pero no creo que esta delirante posibilidad le gustase al señor Bustamante a la vista del siguiente párrafo de su artículo: “El audímetro se ha apoderado subrepticiamente de nuestro ocio, de nuestra cultura, de nuestras vidas ... La ley de los “share” nos desarticula como opinión pública para reducirnos a simples consumidores”
No sé porque se complican tanto la vida los retóricos de la televisión con esto del share, si es la mar de sencillo. El share es un simple porcentaje que mide las preferencias de la gente, es decir, exactamente lo mismo que los resultados electorales. Solo que, en televisión, las elecciones tienen lugar cada día del año. ‘Cuéntame’ tiene más share que su competencia porque es la serie preferida de los telespectadores, del mismo modo que el señor Rodríguez Zapatero es presidente del gobierno porque sacó más share que el señor Rajoy, sin que nadie del PP haya dicho, por lo menos en público: “¡Hay que acabar con la dictadura de las urnas!”.
Pero el señor Bustamante, que seguramente imagina a los votantes como un conjunto de ciudadanos conscientes y responsables, cuando escribe sobre televisión, se pone elitista, y visualiza a la audiencia como una masa amorfa de seres cretinos y aborregados. Resígnese, señor Bustamante, los electores y los telespectadores son exactamente las mismas personas, hombres y mujeres pensantes que, con buen criterio y libre albedrío, emiten su voto o le dan al botón del mando, en pleno ejercicio de su libertad de elección. Casi me siento ridículo escribiendo algo tan obvio.
¿FORMATOS ASESINOS?
Claro que, la realidad televisiva, según la visión del señor Bustamante, es casi apocalíptica: “El resultado ha sido la contaminación de la radiotelevisión pública y la drástica homogeneización de todas las cadenas hasta abocar a las “aplicaciones asesinas”, aquellas que, como ‘Gran Hermano’ y ‘Operación Triunfo… matan toda diversidad en televisión y, declinadas en cascada, en el conjunto de las industrias culturales”.
¿Aplicaciones asesinas? ¡Dios mío! Parece que el señor Bustamante ha oído tocar campanas y se debe referir a las “killer-apps”, un concepto que no tiene relación con la televisión. De todas formas lo describe con tal énfasis que casi consigue que los programas que nombra parezcan una especie de perniciosos virus malignos que aniquilan todo lo que encuentran a su paso.
Dios me libre de contradecir a todo un señor Catedrático de Comunicación Audiovisual pero me temo que traducir literalmente “killer application” por “aplicación asesina” y darle un sentido peyorativo, es un patinazo, si se me permite el atrevimiento. El término “killer-app” se utiliza en informática o en Internet para definir esas aplicaciones innovadoras que revolucionan de vez en cuando todo el sector, o sea, nada que ver con perversos programas de televisión. Además, “killer”, en este caso, significa innovador, revolucionario, rompedor. El correo electrónico, por ejemplo, fue la primera gran “killer-app” de Internet y, que se sepa, todavía no ha asesinado a nadie. En televisión también se habla a veces de “killer-formats”, y seguramente 'Gran Hermano' y 'Operación Triunfo' lo son, formatos innovadores, revolucionarios, rompedores,… y si el señor Bustamante lo tradujera por “formatos asesinos” le haría las mismas reflexiones.
CURIOSA COINCIDENCIA
Es curioso constatar que justamente “Gran Hermano” y “Operación Triunfo”, los dos formatos que tanto sulfuran al señor Bustamante, son los que despiertan asimismo las iras de los sectores más intolerantes del integrismo islámico. La asfixiante presión de dichos fanáticos consiguió incluso abortar la versión árabe de “Gran Hermano”. Para evitar conflictos, un comité de expertos islámicos fue invitado a visitar la casa del ‘Gran Hermano’ árabe, el primer día que se empezó a emitir desde Bahrein para la zona del Golfo Pérsico.
Horrorizados ante lo que vieron en los 90 monitores, los imanes exigieron a la cadena:
1) Que los chicos y las chicas no convivieran juntos en ningún momento.
2) Que las chicas llevaran siempre el rostro tapado por el velo
3) Que los líderes religiosos pudieran visionar y censurar cada episodio antes de ser emitido.
Como la cadena no accedió a ninguna de estas absurdas peticiones, los talibanes les montaron una serie de manifestaciones de protesta que, junto a las presiones políticas del gobierno de Bahrein, hicieron la situación insostenible. La cadena cesó las emisiones tras sólo dos semanas en antena.
Cuando se estrenó la versión árabe de ‘Operación Triunfo’, emitida por satélite desde Líbano a todos los países de Oriente Medio, los integristas volvieron a la carga. Los líderes religiosos prohibieron ver el programa, entre ellos, el muftí de Arabia Saudita, Abdulaziz Al Sheik, que pronunció una encendida homilía en la que señalaba que ‘Operación Triunfo’ aniquilaba todas las tradiciones musulmanas (¿quizá por ser una aplicación asesina?) y “era una invitación abierta al pecado y la fuente de los desastres y desgracias del Islam". Con ‘Operación Triunfo’, sin embargo, no lograron su propósito. El programa, apoyado con entusiasmo por los jóvenes de todos los países árabes, llegó brillantemente a su final. Con más de 300 millones de espectadores, fue la emisión más vista de la historia de la televisión árabe, dejando así claro que, en oriente y en occidente, los intolerantes no tienen futuro.
SEÑOR BUSTAMANTE ¡QUEDA NOMINADO!
Coincidencias aparte, que al señor Bustamante, que tiene que arreglar TVE, le produzca urticaria ‘Operación Triunfo’, que se ha emitido precisamente en TVE con un impresionante apoyo popular, es un pésimo síntoma. Imagino que el hecho de que ‘Operación Triunfo’ haya sido también en España el programa más visto de la historia, le debe parecer al señor Bustamante parte de ese complot de la dictadura de la audiencia.
Si el señor Don Enrique Bustamante no fuese Catedrático de Comunicación Audiovisual, sería comprensible que estuviera mosca con OT por las bromas que sus alumnos deben haberle gastado con su apellido, pero dada su especialidad académica, su aversión al formato debe ser fruto del análisis y la reflexión, con lo cual, no tiene ninguna excusa y, por tanto, su presencia le quita al comité todo rastro de prudencia, ponderación y sensatez que pudiéramos suponerle.
¿QUIÉN HA ENGAÑADO A ZP?
Si un partido político, en su campaña electoral, anunciara: “No tenemos ni idea de lo que vamos a hacer en economía pero, si ganamos, nombraremos un comité con unas personas que:
A) No serán economistas
B) No nos explicarán sus planes
C) Sea lo que sea lo que decidan, lo elevaremos al parlamento como proyecto de ley”
Lo más seguro es que ese partido tuviera un futuro electoral bastante negro. Sin embargo, en televisión, parece que hay la manga más ancha y todo el mundo se atreve a opinar. Pero ya que los expertos en televisión están ahí y son los que son, pienso que lo mínimo que podemos exigir es saber algo tan nimio como: ¿Qué programas de televisión miran los que deben arreglar la televisión?
Mi propuesta es que quien sea, exija respetuosamente que los expertos nos entreguen una lista con sus 10 programas de televisión preferidos. Si puede ser que no sean en blanco y negro, sino de los últimos dos o tres años. Creo que de la lectura de esas listas obtendríamos una información muy significativa. O a lo mejor descubriríamos horrorizados que, en realidad, no les gusta la televisión y que hemos puesto a unos vegetarianos radicales a diseñar el menú de una churrasquería. Total, que no concibo la composición del comité, ni confío en su labor por muchos meses que se reúnan, ni me explico quién puede haber engañado de este modo a ZP, con lo bien que parecía haber arrancado.
Antes de que empiecen a circular demasiados chistes sobre el tema de los expertos, quizá lo más práctico sería reconocer el error, liquidar cuanto antes el comité, darles las gracias a sus miembros por el empeño puesto… y regalarles de recuerdo un televisor en color, para que vean lo mucho que ha evolucionado el medio. Y tras este “breve” preámbulo...
POSIBLES SOLUCIONES A LA SITUACIÓN ACTUAL DE RTVE
Voy a decir lo que opino sobre la reforma de RTVE porque no me parece justo escribir un texto crítico sobre el comité de expertos y no incluir mi opinión sobre el asunto. Juro por el share del programa del señor Punset, que no me considero ni sabio ni experto, aunque llevo 20 años en el mundo de la televisión y, a lo mejor, algo de lo que digo tiene algún sentido.
De entrada, quiero aclarar que TVE, como cadena, no está en crisis y que toda esta movida no es para decidir la programación de TVE o si se quita el programa de José Luís Moreno o si vuelve Pedro Ruiz (espero que no). Cambiar 3 ó 7 ó 10 programas no es el problema. El director de TVE ya definirá en su momento la programación, de acuerdo con el equipo directivo del ente y según el presupuesto de que disponga. Además, la programación se cambia cada trimestre. Para esto no hay que llenar un informe teórico con 300 páginas.
Lo que realmente está en juego es el modelo de televisión pública que se quiere, el tamaño que debería tener y como sostenerlo económicamente. La primera gran pregunta es, por tanto, si se está a favor o en contra de la privatización parcial del ente. Como que no es necesario reinventar la rueda, se pueden estudiar dos modelos próximos que funcionan razonablemente bien.
MODELO FRANCÉS: PRIVATIZACIÓN SÍ
En Francia sanearon la deuda de la cadena más importante de sus televisiones públicas, la TF1 y después de reestructurarla, la privatizaron recuperando parte del esfuerzo económico. A pesar de todo, la operación costó bastante dinero a los contribuyentes, pero sólo una vez, en lugar de ese pozo sin fondo continuo que era antes. Y se quedaron con France 2, France 3 y ARTE, cadenas más pequeñas que se financian con publicidad (con limitaciones) y con unos impuestos razonables.
France 2 y France 3 tienen una programación parecida a La 2. En cambio ARTE emite solamente esos programas culturales que se supone que hay que exigir a una televisión pública. Todas las encuestas indican que ARTE es el canal teóricamente más apreciado por los ciudadanos franceses, pero la realidad es que también es el canal menos visto, lo cual desbarata de nuevo las teorías del señor Bustamante y su “termómetro de la satisfacción”. Los franceses también engañan a los encuestadores para quedar bien, pero después miran "La Granja de los Famosos" en la TF1 y se quedan la mar de satisfechos.
Del peligro de una televisión pública sin público, advierte el señor Dominique Baudis, presidente del Conseil Supérieur de l’Audiovisuel francés: "Hay que andarse con cuidado a la hora de plantearse una TV pública ideal, modélica, que tenga todas las virtudes que corresponden a un máximo de exigencia del servicio público… excepto la de tener público". El señor Baudis no parece opinar que la audiencia sea una cosa maligna en si misma: "La TV pública no ha de renunciar a la audiencia. Eso plantearía la contradicción de pedirle a la gente que pague por una televisión que casi nadie mira". Contradicciones aparte, los ciudadanos franceses parecen bastantes felices con su sistema de televisión pública.
MODELO BRITÁNICO: PRIVATIZACIÓN NO
En Inglaterra, han optado por el modelo contrario. Tienen la BBC1, que es la mayor cadena del país y la BBC2 que viene a ser como nuestra segunda cadena. La BBC obtiene su financiación a través de un canon que cada familia paga en función del número de aparatos de televisión que usa y no emite ningún tipo de publicidad. A ningún directivo de la BBC se le ocurriría decir eso de: “Vamos a acabar con la dictadura de la audiencia” porque tienen claro que la audiencia son esos millones de británicos que pagan el canon y que no están dispuestos a aceptar que con el dinero de todos se hagan programas solo para unos pocos. Por ello la BBC no criminaliza ningún género televisivo y produce sin ningún complejo entretenimiento, ficción, documentales o telerrealidad, intentando siempre hacer televisión generalista, con rigor, con calidad y con vocación de agradar a un público mayoritario.
Siento mucho desanimar al señor Bustamante en su cruzada, pero la BBC, que suele citarse como el modelo de televisión pública a seguir, también ha emitido esa “aplicación asesina” llamada ‘Operación Triunfo’…¡dos veces! Y para colmo, Mark Thompson, el recién nombrado director de la BBC, proviene de Channel 4, (una extraña licencia pública en manos privadas) donde él mismo ha programado, con enorme éxito, varias temporadas de la otra ”aplicación asesina”, ese maligno ‘Big Brother’. Además la BBC tiene desde hace años un departamento especializado en programas de telerrealidad al frente del cual han puesto (no se suicide señor Bustamante) al director y realizador del primer ‘Big Brother’ que se presentó en el Reino Unido. De este departamento han salido varios proyectos de este género como “The Prison Experiment”, “Diners” y “The Bachelor” que la BBC ha ido programando sin ningún problema.
Otra cosa que nos diferencia del Reino Unido es que, en España, se suele denunciar que TVE contrate los servicios de productoras externas de televisión, como si eso fuese una malversación de fondos públicos, mientras que los británicos aplauden que la BBC colabore asidua y satisfactoriamente con todas las productoras inglesas, grandes y pequeñas, porque entienden que así, su televisión pública ayuda a sostener el tejido industrial audiovisual de su país. Los ciudadanos del Reino Unido también están relativamente contentos con su modelo de televisión pública, solo que la BBC, dado su tamaño e importancia social, siempre genera alguna que otra polémica, como la que le ha costado el cargo al anterior director.
ME INCLINO POR EL MODELO FRANCÉS
Pienso que el modelo inglés es más interesante, pero también más arriesgado y solo puede funcionar con unos directivos totalmente independientes, con un gobierno sin voluntad de injerencia, con una oposición que no se pase toda la legislatura poniendo palos en las ruedas, con unos medios de comunicación que no sean parte interesada en el sector audiovisual y con una serie de garantías de libertad, de pluralidad y de apertura mental que me temo que son muy difíciles de garantizar y de mantener en España. Por ello me inclino por el modelo francés, que me parece más viable. Además, al secretario de Estado de Hacienda ya se le ha escapado que habría que ir pensando en privatizar algo, o sea que los tiros parece que van a ir por ahí. Una vez finalizado el proceso, tendríamos los siguientes canales:
- Tres grandes cadenas privadas: La Primera (o como se llame), Telecinco y Antena 3. El reparto del mercado publicitario sería similar al actual.
- La 2 (o como se llame) como cadena pública de lujo, con publicidad restringida y una subvención adecuada.
- La progresiva reconversión de las cadenas autonómicas en una línea similar a RTVE.
- Canal+, Digital+ y demás sistemas de pago.
- Las locales.
Nota: Como ciudadano y directivo de una productora de televisión, también echo en falta en España alguna cadena más pequeña, como las europeas M6, Verónica, Pro-Sieben y tantas otras, que se sostienen con un 8%, un 10% o un 12% de cuota de mercado, a base de buscar públicos alternativos, productos jóvenes, programas especializados… Muchos de los formatos televisivos más creativos han nacido en estas cadenas más pequeñas, porque pueden arriesgar más. Creo que el mercado permite que el Gobierno libere una nueva licencia, siempre que exista el comprador adecuado. El modelo me parece bastante sugerente, aunque esto es solo para ir abriendo boca, porque dentro de algunos años tendremos la televisión digital terrestre y habrá que volver a plantear qué pasa con todos esos nuevos canales, tanto en el terreno público como en el privado.
EL PARTO DE LOS MONTES
Pero para llegar a este modelo o a cualquier otro, el proceso pasa por que docenas de verdaderos expertos económicos, financieros y laborales estudien como liquidar la deuda histórica y diseñen un plan de viabilidad que realmente todas las partes implicadas puedan aceptar. Para ello hay que empezar a buscar cuanto antes un amplio consenso no solo parlamentario, sino también sindical, social y de opinión pública, iniciando una larga serie de negociaciones muy difíciles, tanto para el proceso de reestructuración de RTVE como para su privatización, si es eso lo que finalmente se decide. Y este proceso puede llevar años y habría que empezarlo enseguida, en vez de estar esperando mano sobre mano a que el comité de expertos nos ilumine el camino.
Dado además que los miembros del comité no entienden un pimiento de todo este lío económico-financiero-laboral, no creo que valga la pena perder esos nueve meses de gestación que es lo que dicen que van a tardar los expertos en discutir sobre el sexo de los ángeles catódicos y dar a luz un ladrillo de informe repleto de disquisiciones filosóficas sobre el invento de la televisión, recomendaciones sobre como controlar drásticamente los contenidos y elucubraciones retóricas en la línea de los “termómetros de la satisfacción” del señor Bustamante.
La decisión sobre la línea de modelo de televisión pública que se quiere conseguir no necesita muchas páginas y se puede tomar con relativa rapidez si realmente se tiene experiencia, criterio y valentía. La ironía es que las personas escogidas, de cuya erudición en otros campos no dudo, reciban el nombre de expertos, sin tener la más mínima experiencia para tomar una decisión tan trascendental. Por favor, pasemos a la siguiente fase.
JOSEP MARIA MAINAT (Director de Gestmusic Endemol)
(Publicado en Vertele)
14 junio 2004, Censura y Libertad | Comunicación | Televisión | Opiniones (19) | Inicio
Los jovenes de hoy y los de antes
Escucho por la radio que unos cincuentones, entre los que se encuentra Emili Prado, acaban de publicar el enésimo informe acerca de lo malamente que está la juventud, hay que ver, como si eso no se llevara diciendo desde que el primer anciano se dio cuenta de que por ahí correteaba un veinteañero haciendo lo que él ya no se acordaba que también había hecho. El caso es que en este informe se viene a explicar que los jóvenes -y, al parecer, sólo los jóvenes- están tan afectados por la telebasura que hacen juicios de valor chabacanos como los de Crónicas marcianas y tienen ganas de ir a programas de testimonios a explicar sus experiencias.
Cosa que supone admitir que los medios afectan directamente, sin filtros, a un segmento determinado de la población (según este trabajo, el que está entre los 14 y los 24 años, con lo que me libro por los pelos). Y eso a pesar de que la clase y el alcance de los efectos de los medios de comunicación no están ni mucho menos claros, a pesar de la cantidad de estudios que se han hecho al respecto en los últimos cincuenta años.
Por otro lado, qué suerte tuvo la generación de los autores, que nacieron tres décadas antes que los jóvenes de hoy en día y pudieron debatir acerca de La República de Platón o sobre las antinomias kantianas, con Bach de fondo y bebiendo café keniata. No como nosotros, que no hacemos más que discutir sobre Gran Hermano y enviar cartas al Diario de Patricia para que nos dejen explicar que el gato es nuestro y nos lo follamos cuando queremos.
En fin, que los jóvenes de antes sí que eran jóvenes, y no como lo de ahora, que están mal hechos. Vaya, al menos eso parece cuando uno escucha ciertas quejas sobre la degradación cultural de nuestra sociedad, como si los obreros de las fábricas del XIX hubieran ido leyendo a Homero en el tranvía. Sin embargo, me llama la atención las pocas veces que se tiene en cuenta que los cincuentones esos que tanto hablan son justamente los que gobiernan, los que dirigen esos canales de televisión que tanto nos embrutecen y, diantres, los que nos han criado. A ver si va a ser verdad que somos unos deshechos humanos y a ver si además ellos van a tener buena parte de culpa.
JAIME (La decadencia del ingenio)
5 mayo 2004, Sociedad | Televisión | Opiniones (121) | Inicio
Javier Sarda opina sobre politica
Javier Sardá, el presentador de Crónicas Marcianas tiene grandes defensores y grandes detractores. Tanto unos como otros coinciden, sin embargo, en considerarlo una persona inteligente, un profesional eficaz y un periodista independiente. Últimamente se empieza a valorar, para bien o para mal, su gran capacidad de líder de opinión, sobretodo entre los jóvenes. Algunos expertos consideran que su postura, contraria a la guerra de Irak y muy crítica con el PP, manifestada públicamente en Crónicas Marcianas en momentos de máxima audiencia, han contribuido a la movilización del "no a la guerra" y, posiblemente, a una mayor participación electoral de la franja juvenil de 18 a 25 años. No es de extrañar, pues, que las iras de los manifestantes de la calle Génova tras la derrota del 14-M se dirigieran, en forma de insultos, a Javier Sardá y Pedro Almodóvar. Pero, ¿cuáles son las ideas políticas de Javier Sardá? Aunque el presentador de "Crónicas Marcianas" no es muy proclive a las declaraciones públicas, en este artículo responde, sin pelos en la lengua, a preguntas como éstas:
¿De verdad crees en la política? ¿Qué te parecen los políticos de este país? ¿De qué partido político aceptarías una oferta para presentarte a las elecciones? ¿Cómo tienes la cara de contribuir al aborregamiento nacional y luego ir de progre anti-PP? ¿Qué opinas de Fidel Castro?¿Hubieras ido a la boda de la hija de Aznar si te hubieran invitado? ¿Qué les preguntarías a Bush y al Rey si pudieras entrevistarles? ¿Qué opinas de la pena de muerte? ¿Qué opinión te merecen los nacionalismos? ¿Cuántas veces te han censurado en Crónicas Marcianas? ¿Por qué no te atreves a meterte con la Iglesia? ¿Designarás a tu sucesor, como Aznar? ¿Te gustaría participar en alguna tertulia radiofónica y hablar de política? ¿No tienes miedo que te quiten el programa por meterte con los políticos? Estas son las respuestas de Javier Sardá.
- ¿De verdad crees en la política?
- No se trata de creer o no creer en la política porque la política está ahí, es una realidad que no podemos obviar. Se trata de distinguir entre unos tipos de política y otros. Es como preguntar ¿de verdad crees en los árboles? Pues claro, los hay que son bonitos, otros feos, otros frondosos, altos, bajos… los hay que me provocan alergia y los hay que los plantaría en mi jardín. Es exactamente lo mismo. Hay políticos que me producen alergia y, últimamente, no sólo a mí sino a todo el país. Yo creo que se ha producido un fenómeno sociológico en España al haberse convertido en un país que vuelve a protestar como hacía años que no lo hacía, que vuelve a movilizarse como hacía mucho tiempo que no lo hacía. Y hemos visto a un gobierno noqueado por la realidad, que por una cuestión de tres o cuatro errores tácticos le sucedió en unos meses lo que no le había sucedido en dos legislaturas. Claro que creo en la política y creo que los errores en política se pagan y esa es la grandeza y miseria del sistema democrático: tener que aguantar a gente impresentable porque han obtenido la mayoría de los votos de forma legítima en unos comicios, no hay ningún problema, para eso están las elecciones. Lo que ha pasado en España en los últimos años le reconcilia a uno con la política en el sentido más amplio. Aznar se ha dado de bruces con un país al que desconoce como poca gente desconoce a un país. Aznar ha tropezado con su propio bigote.
- ¿Qué te parecen los políticos de este país?
- Por lo general yo tengo una relación con la política de amor-odio y sin embargo considero a los políticos necesarios, imprescindibles. En algunas partes del país son héroes. A mí las personas que se presentan a las elecciones municipales para conseguir un puesto de concejal en determinadas alcaldías sencillamente me parecen héroes en el sentido más amplio de la palabra y por lo tanto jamás oiréis de mí una crítica global a la política. Dicho esto, lo que sí creo es que son un poco cortados, sí creo que faltan líderes que sorprendan, más carismáticos, más arriesgados. Las elecciones no las gana nadie, las elecciones siempre las pierde alguien. Y el que está mejor colocado de la oposición es quien pasa a ganarlas. Suárez perdió las elecciones generales del año 1982 y las ganó Felipe. Luego las perdió Felipe y ahí estaba Aznar que no entusiasmaba ni al colegio de árbitros. Y así sucesivamente.
- ¿De qué partido político aceptarías una oferta para presentarte a las elecciones?
- De ninguno, por descontado. No me considero capacitado ni con la personalidad para dar tantas explicaciones y ser políticamente correcto. Yo puedo hacer en mi programa, porque es un programa de autor, lo que me dé la gana. Es un programa con firma, es un editorial. En política no se puede hacer eso y por lo tanto no lo soportaría.
- ¿Cómo tienes la cara de contribuir al aborregamiento y luego ir de progre anti-PP?
- ¡Cómo me gustan las contradicciones en las preguntas! Se puede ser progre y aborregado. Se puede ser progre y tener unos esquemas de opinión absolutamente basados en una plantilla de calco de dibujo infantil. Se puede ser progre y facha, ese siempre ha sido mi criterio. Pero también se puede ser facha y liberal. Por tanto, cuidado con lo de progre, que es una palabra que a mí me inspira desconfianza a veces, precisamente porque aquellos que te son más cercanos son los que te generan las mayores críticas. Dicho esto, considerar que la gente cuando elige un programa lo hace desde el aborregamiento es olvidar que tiene que haber productos de entretenimiento que no por ello carezcan de calidad. A mí no se me ocurriría nunca, pero nunca, calificar de borrego al público que decide que le gustan determinadas cosas. Considerar que los demás son borregos y algunos, pocos, iluminados, me desagrada. Jamás me gustaría ser de los que catalogan así a un número tan grande de ciudadanos que optan por un programa desde hace siete años.
- ¿Qué opinas de Fidel Castro y de la evolución del comunismo en Cuba?
- Fidel Castro es el Stalin de la Señorita Pepis, el último de los grandes… en síntesis, un dictador y, además, iluminado. Se puede ser dictador sin ser iluminado y se puede ser iluminado sin ser dictador, pero, en este caso, se unen ambos conceptos. Él es de los dictadores iluminados y desde hace muchos, muchos, muchos años, las sociedades se miden por la capacidad de sus ciudadanos para defenderse contra el Estado. Por tanto, si aplicamos esto, hace muchos, muchos años que considero que Fidel Castro es, simple y llanamente, un tirano. Un tirano, además, investido de lo que él entiende que es la verdad. La verdad, que generalmente es algo interesante, que es algo que debemos perseguir, la verdad como sentido común son dos tiranos, son dos conceptos que nosotros, en nuestro interior, debemos relativizar y no considerar que la tenemos, que no poseemos la verdad. La verdad me da asco, el sentido común a veces también me da asco porque son patas de una estructura en base a la cual, lo mismo que la religión, que el comunismo o que el fascismo, se han cargado a mucha gente y han justificado muchas atrocidades.
- ¿Cómo tienes tantos cojones para pasar de toda la clase política sin arrugarte el traje de luces todas las noches?
- Sólo hay un mecanismo para pasar de la clase política haciendo televisión y es arrasar, tener una audiencia que haga que la propia cadena en la cual uno está emitiendo su programa le considere a uno un valor televisivo y por lo tanto que la cadena esté dispuesta a soportar las críticas y recibir protestas enérgicas por parte de diversos sectores. Sin duda, "Crónicas Marcianas" tiene unos enemigos claros: los sectores conservadores de la sociedad española, la Iglesia Católica y los progres trasnochados. La audiencia es quien decide qué programas se quedan y cuáles se van. Y con el potencial de audiencia que tiene "Crónicas", no tiene ningún valor decir lo que me sale de los cojones.
- ¿Qué opinas de la pena de muerte? ¿Cambiarías de opinión si violaran y mataran a alguien de tu familia?
- No cambiaría de opinión respecto a la pena de muerte entendida como asesinato del Estado cometido a sangre fría. Otra cosa es que yo decidiese en un momento determinado matar a alguien, pero eso no tiene nada que ver con la pena de muerte. Entiendo que la víctima o los familiares de la víctima quieran tomarse la justicia por su mano. No descarto que yo lo desease, incluso que llegase a hacerlo. Pero eso no tiene nada que ver con la pena de muerte. A mí me parece uno de los actos más execrables de la vida. Por cierto que, en ese aspecto, están de acuerdo tanto George Bush como Sadam Hussein.
- ¿Qué tres preguntas le harías a Bush si pudieras traerle al plató de Crónicas?
- Yo, a Bush, la verdad es que sólo le haría una pregunta: él que cree tanto en Dios, ¿cómo es posible que exista Dios y que él pueda ser presidente de los Estados Unidos? A mí me pasa esto y me convierto automáticamente en un agnóstico, como mínimo. Si Dios existiese, Bush no sería presidente de los Estados Unidos.
- Y si pudieras llevar al Rey Juan Carlos a Crónicas, tú que ya le has entrevistado, ¿qué te apetecería preguntarle?
- Me gustaría preguntarle, lo cual no significa que yo crea que se puede preguntar, si a veces no está hasta los cojones de ser rey, si no está hasta los cojones de Aznar, si no le preocupa el futuro de las relaciones sentimentales de sus hijas, no sólo el futuro del Príncipe.
- ¿Hubieras ido a la boda de la hija de Aznar si te hubieran invitado?
- Sabe Dios, sabe Aznar, sabe la madre, sabe la hija, sabe el novio, saben los suegros y sabe mi vecina del quinto, que en ningún caso hubiera ido.
- ¿No tienes miedo que te quiten el programa por meterte con los políticos y con personas importantes?
- Este es uno de los miedos que no tengo. Y por múltiples razones. Primero porque me harían un favor al permitirme un largo descanso. Después porque no soy el único profesional independiente del medio y espero que en el futuro lo sean todos. Por si fuera poco, porque estoy seguro que los políticos con ganas de censurar estarán pronto jubilados o en el paro. Y finalmente, porque mi fuerza y mi independencia ni me la doy yo ni me la quitan otros: es obra de todos los que forman parte de ese grupo (numeroso en el caso de “Crónicas”) al que llaman "audiencia".
- ¿Cuántas veces te han censurado temas en el programa?
- Quien haga programas diarios de radio o de televisión no puede decir que en algún momento no haya tenido un disgusto considerable por este asunto. En la actualidad puedo decir, con mayúsculas, me creáis o no me creáis, que Telecinco no se mete en los contenidos de Crónicas Marcianas. Y no lo hace por dos motivos. Seamos sensatos, en primer lugar porque funciona muy bien, pero también porque han acabado confiando en el equipo, que no tiene porqué coincidir ideológicamente con la empresa, ni tiene porqué coincidir con la dirección, faltaría más, pero en un equipo en el que, llegando al radicalismo, no se roza la insensatez. Por tanto, discrepando del programa, y yo estoy convencido que en algunas ocasiones esa discrepancia es profunda, saben que está en manos de gente que no está decididamente loca. Yo creo que el Crónicas Marcianas es uno de los programas de libertad clara dentro del actual panorama de la televisión en nuestro país.
- ¿Qué opinión te merecen los nacionalismos?
- ¿Verdad que todo el mundo entiende que se puede ser agnóstico con naturalidad, que cuando se pelean los católicos entre sí, o los católicos con los musulmanes uno dice "no va conmigo"?, pues bien, en el caso de los nacionalismos reivindico algo parecido, soy agnóstico. No me parece el tema esencial, siempre que se respeten los derechos de las distintas autonomías en España. Me parece que es una trampa de políticos el conflicto permanente para justificar esa tensión que les da sentido, sin la cual habría opciones políticas que realmente no existirían o no tendrían sentido. Me interesa que la gente pueda llegar a final de mes. Lo siento, soy muy mediocre y, como decía Octavio Paz, olvídense de las grandes palabras con mayúsculas que han causado tantos estragos y gestionen, por favor, nuestros bienes si es que nos queda alguno, si es que los tenemos. Sean gestores humildes, déjense de discursos de fin de año "jomeinistas". Yo, sencillamente, creo que a la gente le preocupa su sanidad, sus carreteras, sus hospitales, los colegios de sus hijos, llegar a final de mes, cómo está el mercado… y lo demás son ostias.
- ¿Qué te parece que hoy en día se sigan aplicando torturas a los etarras en las cárceles o a los que ellos consideran que son etarras?
- Es muy sencillo. No entiendo determinadas preguntas. Estoy en contra de las torturas. A partir de ahí, ya no caben matices respecto a quienes las aplican. Los máximos torturadores de este país son los etarras, pero estoy en contra, sin ninguna duda, de la tortura aplicada a los etarras. Si me indigna lo que hace ETA es porque estoy en contra de la violencia, independientemente de los motivos o las razones. No hay más. Y justamente por esa razón estoy en contra de la pena de muerte, en todos los casos y en todas las circunstancias, sin excepción. Así que, por supuesto que estoy en contra de las torturas que puedan recibir los etarras y cualquiera que las sufra, con independencia de quién las aplique.
- ¿Por qué no te atreves a meterte con la Iglesia, tienes miedo de que te quiten el programa?
- Si la Iglesia pudiera quitarme el programa, no te quepa ninguna duda de que lo habría hecho ya. Las protestas de la Iglesia son múltiples: de orden moral porque salen pezones, de orden político porque es un programa progresista… Hemos recibido muchísimas críticas de la Iglesia y hemos vacilado lo que no está en los escritos, valga la expresión. Si Crónicas Marcianas no ha vacilado a la Iglesia, que baje Dios y lo vea y, de paso, si así fuese, que nos dé una patada en el culo. En alguna ocasión me han preguntado qué tengo yo contra la Iglesia. Y mi respuesta ha sido que la pregunta hay que invertirla claramente. Históricamente, ¿qué tiene la Iglesia contra los laicos, contra los que no creen, contra los que son independientes de la religión? Es la Iglesia la que toma un papel activo contra los que no creen porque entiende que estamos fuera del buen camino. La Iglesia tiene una misión: evangelizar. Por esa razón, a lo largo de la historia, la Iglesia ha hecho la vida bastante imposible a los laicos. No es que el anticlericalismo nazca espontáneamente, sino que nace como un mecanismo de defensa. Yo no tengo nada en particular contra la Iglesia, pero lo que me gustaría en realidad, lo que me encantaría, sería que Iglesia no tuviera nada contra mí.
- Cuando ex compañeros tuyos como Iñaki Gabilondo dicen que le has defraudado como profesional, ¿cómo te sientes?
- Con la magnífica tranquilidad de saber que cada uno tiene unos parámetros propios en la vida para emitir juicios, mi límite de lo inaceptable en el mundo en el que trabajamos es divertir, pasarlo bien y hacérselo pasar bien a la gente, ese es el mínimo del que nunca se puede bajar. Cuando recibo críticas por parte de compañeros diciendo que les he defraudado, que sepan que yo me he abstenido a lo largo de mi trayectoria, de decir cuándo me han defraudado a mí o si nací a la profesión ya defraudado por ellos. Que todo el mundo analice el producto que ofrece y mi criterio es que un minuto de aburrimiento, insisto, es mi criterio, que puede ser muy personal y puede ser compartido o no, pero un minuto de aburrimiento en televisión es peor que un minuto de riesgo y de pasarse de la raya. Además, nuestro programa, al ser un latenight show, tiene voluntad de trasgresión y es así como tiene que ser, aunque la verdad es que algunos programas diurnos nos ponen el listón muy alto. Prefiero pasarme que aburrir, prefiero hacer un programa alucinante que canonizante.
- Cuando seas mayor, ¿te gustaría participar en alguna tertulia de radio y hablar de política?
- Cuando yo sea viejo no creo que existan las tertulias radiofónicas entendidas como las que se hacen hoy. El medio radio tendrá pronto medidores de audiencia más fiables y los programadores descubrirán que no pueden hacerse tantas tertulias ni tan simultáneas. De todas formas, si ese chollo continúa, no me importaría que me pagaran por decir lo que pienso y no me descontaran del sueldo una parte por cada uno de los análisis equivocados que pudiera hacer. Coñas aparte, lo cierto es que no me creo capacitado ni, por supuesto, soy tan sabio como para pontificar sobre cualquier tema.
- ¿Ya has pensado en tu sucesor? ¿Lo designarás, como Aznar?
- ¡Qué va! La televisión no funciona como una dinastía tipo Aznar. Pero tampoco es una democracia en la que los espectadores puedan elegir a sus presentadores. El equipo directivo de Telecinco es quien lo decidirá en su momento. No tengo ni idea quién será este “sucesor”, pero tengo la ligera intuición de que esta persona no está presentando ningún programa de televisión en la actualidad. Probablemente está en alguna emisora de radio, en alguna cadena local, en alguna Facultad… No sé, digo yo.
- ¿Por qué siempre que se habla de basura en los medios de comunicación se limita a la tele y nunca a otros medios, como la radio o los periódicos?
- Más de uno de esos que se llenan la boca hablando de basura cuando se sientan en el sofá y se ponen a mirar la televisión tendrían que pararse a pensar en eso. Cuando una radio lo hace todo por sus oyentes o un diario lo hace todos por sus lectores, pensamos: ¡qué bondadosos! Cuando una televisión lo hace todo por la audiencia pensamos: ¡qué hijos de puta! Por ejemplo, algunos diarios que nos critican que hagamos determinadas cosas "por dinero", publican unos anuncios por palabras del tipo "te la chupo vestida de colegiala". Hay algo peor que hacer una cosa por dinero: es hacer otra cosa, de más baja calaña… y por poco dinero. Concretamente, en el texto citado, por apenas diez o doce euros. En fin, creo que la respuesta a la pregunta es que son paradojas de la vida… o errores de análisis.
(Frases extraídas de diversas entrevistas periodísticas con Javier Sardá y del libro "Me encanta que me hagas esta pregunta", Javier Sardá, Aguilar, 2003)
25 abril 2004, Famosos | Frases | Política | PP - Aznar | Seleccion | Televisión | Opiniones (130) | Inicio
La Operacion Triunfo de los arabes
Operación Triunfo ha revolucionado el mundo árabe al ser víctima de fuertes críticas y protestas de los fundamentalistas islámicos, pero conseguir un seguimiento masivo. La versión árabe de OT ha tenido 350 millones de espectadores (93% de share), a pesar de las protestas y consignas de boicot de los fundamentalistas. Operación Triunfo se convierte así en el programa más visto en la historia de la televisión árabe. Los telediarios de los países de la zona y la CNN destacaronla noticia del récord histórico de audiencia del programa. OT ha provocado la ira de varios jeques, que incluso publicaron decretos que prohibían ver el programa por ser "una invitación al pecado y una fuente de desgracias para el Islam". Un editorial de "L'Orient-Le Jour", en cambio, estimó que prohibir a los musulmanes que vieran Operación Triunfo era "como querer privar a los árabes de un preciado oxígeno: la diversión". Otro artículo destacaba que el programa ha demostrado que "existen otros valores que no se han enseñado ni en las casas, ni en las escuelas, ni en las mezquitas e iglesias... 16 jóvenes árabes dieron una magistral lección de solidaridad e inteligencia al conjunto de sus dirigentes".
Esta noticia nos hace recordar que los fundamentalistas no sólo se encuentran entre los islamistas, hay fundamentalistas en todas las religiones, todos los países y todas las ideologías políticas. Lo que tienen en común es su voluntad de prohibir o censurar todo aquello que no coincida con sus creencias, gustos y tradiciones. De forma manifiesta o veladamente, a todos los "fundamentalistas", de oriente o de occidente, del mundo islámico o del mundo cristiano, les place limitar la libertad de expresión, sobretodo en el caso de la televisión. Cuando leemos sus argumentos contra los programas de tele realidad, hay una total coincidencia entre lo que piensan los imanes más radicales del Islam o los obispos católicos españoles. Los políticos conservadores, tanto árabes como europeos, dicen lo mismo sobre este tema. Y los periodistas fundamentalistas islámicos coinciden hasta en los signos de puntuación con lo que han escrito algunos periodistas europeos supuestamente demócratas. Ante esa disyuntiva, la redacción de Info-TK lo tiene claro: SI a la libertad en todos los medios, NO al fundamentalismo de todos los signos.
LA OPERACION TRIUNFO ARABE, RECORD DE ESPECTADORES Y DE POLEMICAS
Casi 350 millones de espectadores (93% de share) siguieron la final de la versión árabe de Operación Triunfo, emitida simultáneamente en Argelia, Egipto, Jordania, Kuwait, Libia, Marruecos, Arabia Saudita, Sudán, Siria, Túnez, Turquía, Iran, Irak y Palestina, entre otros países. Operación Triunfo se convierte así en el programa más visto en la historia de la televisión árabe. Los telediarios de los países de la zona y la CNN han destacado la noticia de este récord histórico de audiencia que ha conseguido el programa. Operación Triunfo ha sido víctima de fuertes críticas y protestas de los fundamentalistas islámicos, pero a pesar de ello, su seguimiento ha sido masivo. La emisión de este OT árabe ha provocado la ira de varios jeques, que incluso publicaron decretos que prohibían ver el programa por ser "una invitación al pecado y una fuente de desgracias para el Islam". Un editorial de "L'Orient-Le Jour" estimó que prohibir a los musulmanes que vieran Operación Triunfo era "como querer privar a los árabes de un preciado oxígeno: la diversión".
Durante los cuatro meses que ha durado el programa han existido muchas polémicas, sobretodo cuando los fundamentalistas constataban el éxito que estaba obteniendo en gente de todos los países, todas las edades y todas las religiones. El Operación Triunfo árabe ha servido para mostrar otra cara de la juventud de Oriente Medio y para comprobar que la inmensa mayoría de la población árabe no ha seguido las propuestas de boicot planteadas por los líderes y medios más conservadores. 350 millones de espectadores y un share del 93% han sido la contundente respuesta que los ciudadanos han dado a quienes pretendían prohibir el programa. En un editorial de un periódico libanés se decía: "Este programa da miedo porque muestra una virtud, el mestizaje con todo lo que comporta como solidaridad, respeto, aceptación del otro, igualdad, sobre todo entre los sexos; gérmenes indiscutible de la democracia". Según este diario, "los espectadores árabes (un 80% de 15 a 25 años) aprendieron que 16 personas procedentes de horizontes radicalmente opuestos, con solo una cosa en común, el idioma árabe, pueden construir una forma de armonía e unidad". También que "existen otros valores que no se les han enseñado ni en las casas, ni en las escuelas, ni en las mezquitas e iglesias... y que pueden cohabitar chicos y chicas, en tierra árabe, sin que hayan abusos o acoso de ninguna clase". "Dieciséis jóvenes de ocho países diferentes dieron una magistral lección de solidaridad e inteligencia al conjunto de sus dirigentes", concluyó el diario.
Las calles estaban desérticas en la noche de la final. Todos los países árabes estaban pendientes de quién se hacía con el triunfo. El egipcio Mohamad Attie, de 21 años, fue el vencedor de la versión árabe de OT, obteniendo el 55% de los votos, frente a su rival y amigo, el kuwaití Bechar el Chatti, en una final con un suspense enorme, en el que participaron además los ocho finalistas árabes de este concurso, basado en Operación Triunfo, el formato español más vendido en el mundo. El programa creado por Gestmusic Endemol se emite en 20 países y pronto se estrenará en Sudáfrica y Australia. El programa se había convertido en el principal tema de conversación en todos los países árabes en los que se emitía el programa, a través de la cadena LBC y del canal temático que ofrecía las 24 horas en directo desde la Academia, también con una audiencia millonaria.
Según la prensa de Oriente Medio, el recibimiento que han tenido los concursantes de "Star Academy" (título de la versión árabe de "Operacion Triunfo", puede compararse con el que tiene el Papa en sus viajes. En Libano, las Fuerzas de Seguridad desplegaron más de 50 soldados, ambulancias y vehículos de bomberos en los alrededores del plató. Cuando los alumnos de la Academia salieron, fueron aclamados por multitudes, en un ambiente propio de los tiempos de la "beatlemanía". Pero en realidad era la "triunfomanía", que se ha estrenado en los países árabes con gran fuerza y masiva participación. Las llamadas y mensajes de móvil para votar a los favoritas se contaban por millones cada semana. El álbum de la versión árabe de Operación Triunfo, consiguió ser Disco de Oro el primer día de ponerse a la venta, según Pascalle Gaillot, directivo de EMI en Líbano. "Es la primera vez en historia libanesa, y en la historia de Oriente Medio, que un CD es Disco de Oro en su primer día", dijo. Hay que tener en cuenta que el porcentaje de piratería deesta zona es del 70%. Y dentro de unos días se inicia una gira en directo con los alumnos de la Academia que recorrerá 25 países del área.
••• WEB OFICIAL DE STAR ACADEMY, VERSION ARABE DE OPERACION TRIUNFO
••• WEB OFICIAL DE OPERACION TRIUNFO EN ESPAÑA
••• WEBS DE OTRAS VERSIONES INTERNACIONALES DE OPERACION TRIUNFO
12 abril 2004, Censura y Libertad | Comunicación | Música | Religión | Seleccion | Televisión | Opiniones (16) | Inicio
La telebasura a debate. Documentación
Ultimamente se habla mucho de telebasura. Nadie se pone de acuerdo en su definición. No todos coinciden en los programas de televisión que merecen este calificativo. Algunos están en desacuerdo con ellos pero apelan a la libertad de expresión de los medios y a la libertad de elección de los tele espectadores. Otros opinan que la basura está en todas partes: en la tele, la prensa, la radio, la literatura, el cine, la política, la edonomía... No faltan los partidarios de la censura que sostienen que los programas de telebasura deberían estar prohibidos. Y, lógicamente, existe también un nutrido grupo de personas que se declaran aficionados a estos programas televisivos porque les divierten. La telebasura es un tema polémico, aunque no un problema para nadie, según se desprende del barómetro del CIS, donde no figura en la lista de problemas que preocupan los españoles. Aquí os ofrecemos una serie de documentos y artículos sobre la denominada "telebasura" (con sus correspondientes foros) que pueden ser de gran utilidad para este debate sobre la televisión.
DESCARGAS:
SECCIONES:
• Television • Telebasura (1) • Telebasura (2) • Comunicacion • Info-TK
WEBS:
28 marzo 2004, Telebasura | Televisión | x - TELEBASURA Y CENSURA - x | Opiniones (32) | Inicio
Los islamistas prohiben Gran Hermano
Nuevo caso de censura en televisión. Las presiones de grupos radicales islamistas han conseguido que se dejara de emitir la versión árabe de "Big Brother" (Gran Hermano) al cabo de una semana de su estreno. El gobierno de Bahrein ha obligado a la cadena MBC a suspender las emisiones del popular reality show porque "no respetaba los usos y costumbres culturales y religiosos" de Oriente Medio. Esperemos que esta censura televisiva, propia de dictaduras trasnochadas, no se produzca nunca en países democráticos y los tele espectadores puedan seguir gozando de la libertad de elegir el programa de televisión que más les plazca, sin controles políticos y religiosos.
En el caso del Big Brother árabe, los fundamentalistas islámicos han protagonizado múltiples protestas y manifestaciones contra la emisión de Gran Hermano porque "no querían que la televisión emitiera este tipo de programas donde viven hombres y mujeres juntos antes del matrimonio y esto no es aceptable para el Islam". Finalmente ha llegado la prohibición, los concursantes han regresado a sus casas y los espectadores se han visto privados de su libertad. La auténtica realidad és que a los reaccionarios no les gusta la tele realidad, porque no es manipulable. Por cierto, los periodistas e intelectuales occidentales ¿denunciarán como es debido este nuevo atentado a la libertad de expresión?, ¿mirarán hacia otro lado?, ¿dirán que es un ejemplo a seguir, quedando así en evidencia?
EL "GRAN HERMANO" ARABE OCASIONA UNA TORMENTA EN ORIENTE MEDIO
Se suspende la emisión del "Gran Hermano" árabe a la semana de su estreno. Tormenta en Oriente Medio por el estreno del "reality" más visto del mundo. Siete organizaciones islámicas han exigido su retirada y, al final, lo han conseguido. La presión del Gobierno de Bahrein ha obligado a la cadena MBC a suspender la producción y emisión del primer Gran Hermano de Oriente Medio. La compañía Endemol había realizado muchos cambios en el formato original del reality con la intención respetar los usos y costumbres culturales y religiosos de Oriente Medio, pero por lo visto no ha sido suficiente.
El hecho de que concursantes masculinos y femeninos que no formaban parte de las mismas familias durmieran bajo el mismo techo provocó un alud de protestas públicas. El viernes más de mil personas participaron en una manifestación contra el programa y 7 organizaciones islámicas plantearon una protesta oficial al Parlamento de Bahrein, el sultanato árabe en el que estaba radicada la casa de "Big Brother".
Un portavoz de la cadena MBC declaró que "no querían estar en medio de una fuerte polémica que enfrentaba a grupos con puntos de vista distintos" y que habían decidido reconsiderar la producción del programa. El representante de la cadena insistió en que el formato holandés se había adaptado a las costumbres árabes, con habitaciones separadas para hombres y mujeres, y la construcción de una sala de oración para que los concursantes pudieran cumplir sus obligaciones religiosas.
Los manifestantes que salieron el viernes a la calle calificaban al programa como "Sin Brother", el “Hermano pecador” y exigían la retirada inmediata del reality show. Los fundamentalistas que protestaban alegaban que no querían que la televisión emitiera "este tipo de programas porque parece que el hecho de que vivan hombres y mujeres juntos antes del matrimonio es aceptable para el Islam, y esto es falso". Señalaban también que la televisión "influía negativamente en las familias".
Big Brother ofrecía 100.000 dólares de premio al ganador. Los doce concursantes, entre los cuales había un profesor de karate de Kuwait, un músico de Irak y una actriz de Bahrein, vivían en una villa situada en las afueras de la ciudad. En el primer programa que se emitió, sólo una mujer vestía la tradicional ropa negra que llevan las mujeres árabes.
Endemol estaba especialmente interesado en que el formato funcionara en una zona tan singular por su extraordinaria situación religiosa, para lo que había delegado a un equipo de consultores para que trabajara con la finalidad de conseguir buenos niveles de producción, decencia y adaptación a las culturas regionales. En el comunicado que ha hecho público Endemol se señala que "en la semana de vida que tiene Gran Hermano en Oriente Medio no se había producido ninguna situación ofensiva, por lo que se sorprenden de la decisión que ha sido obligada a tomar la cadena MBC".
"Big Brother" es el programa más visto del mundo, estrenado en 25 países distintos de todos los continentes, en los que siempre ha conseguido una gran audiencia y ha provocado un debate social considerable.
• WEB OFICIAL DE GRAN HERMANO EN TELECINCO
• "LA OTRA CARA DE LA MAL LLAMADA TELEBASURA. 12 ARTICULOS." (DOC)
• TODOS LOS ARTICULOS SOBRE LA TELE BASURA Y LA TELE CENSURA
2 marzo 2004, Censura y Libertad | Comunicación | Televisión | x - TELEBASURA Y CENSURA - x | Opiniones (19) | Inicio
Nos gusta la telebasura. ¿Y qué?
"Hay telebasura como hay radio basura o prensa basura, y no pasa nada. Sólo los liberales pasaremos por una vida libre, no por la copia propuesta por alguien y repetida hasta la saciedad. Sí, nos gusta la telebasura (y hablo por la mayoría, no tanto por mis gustos que a nadie interesan). ¿Y qué?. Todavía quedamos algunos a los que no nos gustan estos programas, pero nunca se nos ha pasado por la cabeza prohibirlos ni obstruirlos, ni decir lo que hay que ver o lo que no hay que ver en televisión."
Esta es la tesis que sostiene el escritor Josep María Llauradó, otra de las voces que se han alzado contra el control político en la televisión y a favor de la libertad de expresión. O sea, contra este "discurso" oficial con el que dice el autor que "están de acuerdo el Partido Popular y la coalición Llamazares-Zapatero. O sea, la gravedad es máxima. Incluso la CNT, el último bastión de la utopía, también está de acuerdo y dice en su página web que el pueblo se deja seducir por la telebasura."
• DESCARGAR: "LA OTRA CARA DE LA TELEBASURA. 12 ARTICULOS." (DOC)
LA TELEBASURA, LA LIBERTAD DE EXPRESION Y EL LIBERALISMO
José María Aznar ha regañado a los programadores de las televisiones, públicas y privadas, porque hay demasiada telebasura, demasiado de lo que Felipe Alcaraz define como las tres C: culos, crímenes y concursos. En este tema están de acuerdo el Partido Popular y la coalición Llamazares (IU) - Zapatero (PSOE). O sea, la gravedad es máxima. Incluso la CNT, el último bastión de la utopía, también está de acuerdo y dice en su página web que el pueblo se deja seducir por la telebasura y eso debilita la lucha social. "Organízate y lucha también contra la telebasura", añaden la CNT.
Algunos ingenuos han reaccionado con proclamas tan evidentes como inútiles. 1: Las televisiones públicas son también responsables de la proliferación de estos programas. 2: Nadie se ha atrevido a cuestionar la existencia de televisiones públicas. 3: Hay tele-basura como hay radio-basura o prensa-basura, y no pasa nada. Cuatro: las televisiones deben innovar continuamente porque la audiencia se aburre. Lo más sorprendente es que José María Aznar haya necesitado siete años, como mínimo, para darse cuenta del auge de la telebasura. ¿No ve la televisión? ¿No la ven sus hijos, familiares, amigos o asesores? ¿Nadie le había hablado de Gran Hermano, de Hotel Glam, de la cinefilia neofranquista de los sábados por la tarde, de Corazón Corazón, de Matamoros y compañía? Todavía quedamos algunos indios a los que no nos gustan estos programas, pero nunca se nos ha pasado por la cabeza prohibirlos ni obstruirlos, ni decir al personal lo que deben ver en televisión.
No ha existido, y esto es más grave, ningún agravio sobre el pretendido liberalismo de nuestros gobernantes, tan silenciado últimamente. Ya sabíamos que el liberalismo -el verdadero liberalismo, no la coartada liberal para manejar las líneas de fuerza empresarial y de la sociedad entera- iba a la baja, pero resulta que el proceso es mucho más grave: el Estado nos debe decir qué televisión tenemos que mirar, con lo fácil que es apagarla si algún programa o todos no son de nuestro agrado. Y si nos dicen qué televisión nos debemos tragar, que nadie se sorprenda cuando comiencen a insinuarnos lo que tenemos que comer o qué ídolos debemos adorar. Aquí para montar una televisión tienes que pedir permiso al Estado, igual que Galileo tenía que pedirlo a la Iglesia para publicar un libro o nuestros bisabuelos a rimo de Rivera para instalar un teléfono. Es posible –sólo posible- que la televisión deje de ser un servicio público en la nueva Ley de Radio y Televisión, pero entre los proyectos y la ley hay más de un desierto, más aún si conlleva perder el control sobre los ciudadanos a base de televisión pública: prolífica, sometida al gobierno de turno, deficitaria hasta el absurdo y hortera hasta lo sublime.
Y nadie dice nada de esta intromisión impresentable en la mente y el tiempo de los ciudadanos que representa esta imposición sobre lo que tenemos que ver el resto de los humanos. Porque ya nadie aspira al liberalismo, a la libertad mental y de los demás, ni la derecha ni la izquierda ni el centro reformista ni las camarillas que comadrean desde el paleolítico. Todos ven en estas palabras (liberal, liberalismo, libertad) la misma pólvora de enfermedad y de descomposición del orden social que ya empiezan a insinuar los americanos. Si la argumentación liberal ni aparece ya en esta polémica no es porque quieran que la televisión deje de emitir ciertas cosas ni porque se hayan preocupado, de repente, por la libertad que tienen los programadores al programar o los tele espectadores al ver lo que nos pase por las narices, sino porque algunos quieren, como siempre, que la televisión emita cosas muy concretas, los programas que desde hace muchos años llenan nuestra memoria, involuntaria e inmerecidamente: propaganda, fútbol, toros, adoctrinamiento…
Sólo los liberales pasarán –pasaremos, si se me permite el farol- por una vida libre no por la copia propuesta por alguien y repetida hasta la saciedad. Sí, nos gusta la telebasura (y hablo por la mayoría, no tanto por mis gustos concretos que a nadie interesan). ¿Y qué?
JOSEP M. LLAURADÓ (Escritor y periodista)
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12 febrero 2004, Censura y Libertad | Comunicación | Política | Seleccion | Telebasura | Televisión | x - TELEBASURA Y CENSURA - x | Opiniones (43) | Inicio
Tele basura, prensa basura
No sólo hay basura en determinados programas de televisión. También la hay en los informativos manipulados, en la prensa no objetiva, incluso en la comida. Esto es lo que afirma Alberto Noguera en el artículo "Telebasura, prensa basura, novela basura", publicado en Multitextos, que nos permitimos reproducir.
Este artículo sobre telebasura y otras basuras mediáticas concluye con esta observación: "El peligro no es Javier Sardá, son los okupas de instituciones que tienen un prestigio conseguido a base de siglos de trabajo. La paciencia de los ciudadanos se va acabando y nadie parece dispuesto a poner el cascabel al gato."
LA TELEBASURA, LA PRENSA BASURA, LA NOVELA BASURA Y OTRAS BASURAS
Estamos cubiertos de mierda hasta el cuello. El concepto de gratuidad de la televisión (un mercado de contenidos gratuito más maduro que la web) ha degenerado hacia programas para subnormales que los demás acabamos tragando por pereza de darnos de alta en televisiones de pago. Pero si hasta ahí llegara el problema, estaría contento. Si la telebasura es Crónicas Marcianas o Tómbola, la cosa tiene fácil solución, porque eso es basura en el vertedero, y ahí no molesta. El problema es la basura en la comida, la que puede indigestarnos seriamente: me refiero a los informativos manipulados, los temas intocables, los larguísimos reportajes sobre las nevadas en Navacerrada, los inmigrantes de la patera, las abuelas que no ven a sus nietos o las compras que se van a hacer estas Navidades. César Alierta ha declarado ante un juez por fraude a la Bolsa y eso en la televisión no lo he visto. Pasado mañana hay una manifestación en Madrid por la Tercera República y eso en la televisión no ha salido.
Hay generaciones enteras de desconectados españoles que ignoran la realidad de España en este momento. Las televisiones recortan y recortan presupuestos y al final sólo tienen a cuatro capullos que van a poner un micrófono al primero que pasa para preguntarle si hace frío. La publicidad cada vez se paga más barata y hay que meter más anuncios en cada corte para mantener la rentabilidad. En la Prensa las cosas están peor: hoy Miguel Ormaetxea habla en Periodista Digital sobre la lenta sangría que están soportando los dinosaurios de papel y queda claro que el nivel medio del periodista cae en picado. Un reponedor en el supermercado gana más que ellos, mientras los comerciales aún mantienen salarios buenos y cada vez mandan más en las redacciones.
La prensa basura no son las páginas de sociedad, son los columnistas voz de su amo, los suplementos de coches, las editoriales biliosas, las fotografías morbosas. Pero la impostura está también en las librerías: hombres abreviados de 50 páginas, libros escritos e impresos en menos de un mes, confesiones sexuales de un mongólico cubano, premios amañados e infumables, retórica irrealista indigerible, best sellers pseudohistóricos, muertos que venden más que los vivos. Están comiéndose el pequeño prestigio que aún quedaba al formato del libro.
El peligro no es Javier Sardá, son los okupas de instituciones que tienen un prestigio conseguido a base de siglos de trabajo. La paciencia de los ciudadanos se va acabando y nadie parece dispuesto a poner el cascabel al gato.
ALBERTO NOGUERA (Multitextos)
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25 enero 2004, Comunicación | Telebasura | Televisión | x - TELEBASURA Y CENSURA - x | Opiniones (15) | Inicio
Exitos y fracasos de audiencia en TV
Según informa Vertele.Com, las nuevas apuestas televisivas sufren la terrible estadística: sólo 3 de cada 10 nuevos programas funcionan. En lo que se refiere a la producción española, entre los programas de televisión con más éxito entre los muchos estrenados el año 2003 ocupan lugares destacados los concursos de tele realidad Hotel Glam y Eurojunior, las series Aquí no hay quien viva y Los Serrano, y los programas de famosos Aquí hay tomate y ¿Dónde estás, corazón?. Entre los programas calificados como de audiencia aceptable están: Mi Planeta, Jimanji Kanana, Vivo Cantando, A corazón abierto y Luna negra. En la larga lista de los fracasos televisivos más sonados se encuentran Por ti, La vida de Rita, Ya es viernes, La respuesta, 20 tantos, Pequeños grandes genios, El pantano, etc.
Vamos a hacer balance de los estrenos de 2003. Aquellos programas de producción propia española que debutaron los últimos doce meses y que se incorporaron a las diferentes parrillas de las tres cadenas nacionales con mayor o menor fortuna.
LOS PROGRAMAS DE MAS EXITO EN TELEVISION
(Programas con una audiencia media superior al 25% de share y son líderes absolutos de su banda horaria):
EUROJUNIOR (TVE. La versión infantil de Operación Triunfo, preparativo para el I Festival de Eurovisión Junior, congregó este pasado septiembre en sus galas a una buena media del 24.9% de cuota de pantalla).
HOTEL GLAM (Telecinco. El programa más polémico de los últimos tiempos. Este original reality show presentado por Jesús Vázquez y protagonizado por Pocholo, Yola, Malena y compañía consiguió una media del 25.7% de share en prime time).
LOS SERRANO (Telecinco. Otro gran éxito de ficción de 2003. Se convirtió en uno de los pocos estrenos de ficción que triunfó la temporada pasada. En su segunda entrega de este otoño, la serie española ha conseguido una media del 37% del público.
AQUI HAY TOMATE (Telecinco. El esspacio de crónica rosa presentado por Jorge Javier Vázquez y Carmen Alcayde, polémico donde los haya, desde hace unos meses se ha asentado como la oferta más seguida de la sobremesa con un 24% de share medio.
AQUI NO HAY QUIEN VIVA (Antena 3 TV. Comedia española sobre la vida de una comunidad de vecinos. Esta serie de humor ha sido una de las grandes revelaciones del año, con registros ya afianzados en torno al 40% de share de audiencia.
¿DONDE ESTAS CORAZON? (Antena 3 TV. Programa sobre personajes famosos que conduce Jaime Cantizano y que logró levantar el gafado prime time de los viernes de Antena 3. En esta temporada, su media es de un 22.5% de cuota.
LOS PROGRAMAS CON UNA AUDIENCIA ACEPTABLE
(Programas con una media en torno al 20% de share, la "barrera psicológica" del aprobado en audiencias)
LOS ACEPTABLES DE TVE: Mi planeta (Concurso de cultura sobre el medio ambiente, presentado por Óscar Martínez). Jimanji Kanana (El regreso de Chicho Ibáñez Serrador a televisión, versión remozada del concurso sobre vida animal Waku-Waku). Luna negra (La telenovela española de sobremesa que protagonizó Lorena Bernal). Un domingo cualquiera (El magacín dominical que presenta Ramón García).
LOS ACEPTABLES DE TELECINCO: A corazón abierto (Presentado por Jordi González, trataba de desenmascarar los montajes de algunos famosos y famosas). Vivo cantando: los años dorados (El reality show musical de viejas glorias que presentaba Jesús Vázquez y que ganó la veterana cantante Karina). Rec (El innovador espacio de reportajes de actualidad conducido por Jordi González). Pillados (Programa de bromas de cámara oculta presentado por el reportero del Tomate, Luis Cao).
LOS ACEPTABLES DE ANTENA 3 TV: La Isla de los Famosos (El reality show de supervivencia con concursantes famosos y famosas). Como la vida (El magacín matinal de Alicia Senovilla que ha conseguido asentarse en las mañanas). Verano 3 (El programa espectáculo producido por José Luis Moreno). Siete días, siete noches (El late night de Pedro Piqueras se ha mostrado algo irregular pero aguanta). Homo zapping (El programa humorístico de Esther Arroyo y José Corbacho).
LOS GRANDES FRACASOS DE LA TELEVISION EN ESPAÑA
(Programas con una media muy inferior a la media de la cadena que los emite o que ya han sido retirados)
LOS FRACASOS DE TVE: La vida de Rita (La serie protagoniada por Verónica Forqué no tuvo suerte. Duró menos de un mes en el prime time de los martes. TVE ofreció los capítulos que faltaban por emitir en La 2). El programa de los lunes (Este programa que se inició al finalizar con éxito la segunda edición de Operación Triunfo, no tuvo la misma suerte de OTy sólo duró tres semanas). El día que vivimos peligrosamente (Tropezón absoluto de este formato que ponía a famosos en la piel de profesiones de riesgo). Pequeños grandes genios (Concurso de niños superdotados, presentada por Angel Llacer, dejó este otoño a la cadena pública con uno de sus peores prime time en viernes del año).
LOS FRACASOS DE TELECINCO: 20 tantos (La serie juvenil no pudo sustituir con éxito a su predecesora, Al salir de clase. Se estrenó a finales de diciembre y fue retirada un mes después). Nadie es perfecto (El talk show presentado por Jesús Vázquez duró menos de un mes en la parrilla). Una nueva vida (La serie médica aterrizó en marzo con el objetivo de suplir con garantías a Hospital Central, pero fue eliminada en abril). Tres son multitud (El culebrón español, versión de la argentina Son amores, no pudo hacerse un hueco ya que se estrenó en julio y duró poco más de un mes). La quinta esfera (El concurso presentado por el ex Mister España Jorge Fernández no cubrió las expectativas de audiencia de la cadena).
LOS FRACASOS DE ANTENA 3 TV: London Street (Esta comedia española se convirtió en la serie de ficción más fugaz del año: sólo dos emisiones). Código Fuego (La gran apuesta de ficción del pasado invierno, y por tanto la mayor decepción. Protagonizada por José Coronado y Maribel Verdú, duró poco más de un mes). El Pantano (La serie de misterio de Emma Suárez y Natalia Verbeke tuvo mala suerte, fue trasladada del prime time al late night pero ni por esas: aguantó menos de un mes). Un lugar en el mundo (Este drama español tampoco tuvo fortuna. Debutó el 6 de abril y el 4 de mayo ya había desaparecido). Ya es viernes... o no (El show de Javier Capitán cumplió sus trece emisiones pactadas pero fue una víctima más de Crónicas Marcianas, ya que el programa de Javier Sardá sigue lider de audiencia, cada año con más espectadores). La noche de los tramposos (El programa de bromas presentado por Inma del Moral tuvo mala audiencia y peor crítica. Aguantó el mes de abril). X ti (Por Ti ha sido uno de los grandes fiascos televisivos del año. Presentado por Paula Vázquez y Antonio Hidalgo, el reality show de solteros sucumbió claramente frente al reality show de Telecinco, Hotel Glam. Llama y gana (El concurso presentado por Mar Saura, no llegó siquiera a los dos dígitos). Sin noticias de... (El espacio de búsqueda de personas desaparecidas, no tuvo la misma suerte que su antecesor en el género ¿Quién sabe dónde?). Doble y más (El mayor tropezón de José Luis Moreno en este año. Un programa de actuaciones musicales y humor de escueto recorrido). Menta y chocolate (El programa de verano de la presentadora Patricia Gaztañaga, nunca logró hacerse un hueco). La respuesta (El espacio de entrevistas presentado por Javier González Ferrari, que llegó esta temporada para sustituir a El primer café, ha cosechado uno de los shares más pobres).
Resumen de un artículo de VERTELE
5 enero 2004, Comunicación | Famosos | Televisión | Opiniones (49) | Inicio